sábado, noviembre 1, 2025
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En Carabobo se produce el único pollo halal de Venezuela

En el marco del PAI Summit 2025, evento que reunió a los principales actores de la cadena de proteína animal en Venezuela, Mil Pollos se consolidó como una de las empresas protagonistas del encuentro. La compañía, con sede en Guacara, estado Carabobo, presentó sus más recientes avances, tal como ser el único productor de pollo halal en Venezuela.

Nota de prensa

El presidente del grupo, Kamil Albazi, explicó que “Nuestro propósito es garantizar un producto de primera calidad, con procesos transparentes y en constante evolución. La PAI Summit nos permitió mostrar ese trabajo ante colegas, proveedores y autoridades”, expresó.

La planta matriz, Avícola Guacara, procesa actualmente hasta 80 mil aves por día en un solo turno de trabajo, lo que la convierte en una de las instalaciones más productivas del país. Mil Pollos distribuye pollo beneficiado a casi todos los estados de Venezuela, con fuerte presencia en Carabobo, Lara, Falcón y Caracas, donde ocupa cerca del 18% del mercado local.

En cifras más amplias, Carabobo representa aproximadamente el 35% del consumo nacional de pollo, y dentro de ese porcentaje, Mil Pollos aporta el 20% del volumen total, un indicador del peso que tiene la compañía en el ecosistema agroindustrial del país.

Un matadero con sello Halal: innovación con visión global

Uno de los diferenciales que más llamó la atención durante el PAI Summit fue la certificación Halal de Mil Pollos, que la acredita como el único matadero en Venezuela con capacidad para producir bajo este estándar internacional. Este aval abre las puertas para atender mercados musulmanes y destinos caribeños, una meta que la empresa ya tiene en marcha dentro de su plan de internacionalización.

“Estamos afinando los procesos para iniciar exportaciones hacia las islas del Caribe, un paso que representa no solo crecimiento para Mil Pollos, sino una oportunidad para proyectar el potencial agroalimentario venezolano”, señaló Albazi durante su ponencia.

El pollo halal se produce bajo estrictas normas religiosas y sanitarias que garantizan su pureza y trazabilidad. El proceso comienza con el sacrificio del ave por parte de un operario musulmán practicante, quien debe pronunciar la invocación “Bismillah, Allahu Akbar” antes de realizar un corte preciso en la garganta que secciona la tráquea, el esófago y las venas yugulares, permitiendo un desangrado completo, condición esencial para considerarlo lícito según la ley islámica. Posteriormente, el pollo se somete a las etapas tradicionales de escaldado, eviscerado, lavado y refrigeración, en áreas libres de contaminación con productos no permitidos. Finalmente, una entidad islámica certifica el cumplimiento de cada fase, garantizando que la carne sea apta para el consumo halal, una práctica que combina principios de fe, bienestar animal y control sanitario.

Innovación que redefine la industria

La empresa también aprovechó la PAI Summit para presentar sus avances en nuevas líneas de productos, marcando una nueva etapa en su visión de diversificación. En el pasado, Mil Pollos había introducido su línea de empacado al vacío, con capacidad de 80 mil kilos de pollo, mejorando la conservación y presentación del producto. Pero quieren más y por eso tienen la mente puesta en tres productos nuevos: Pollo en lata, pensado para distribución de larga duración y exportación. nuggets, dirigidos al segmento juvenil y de comida rápida y hamburguesas de pollo, que consolidan su incursión en el mercado de valor agregado.

“El consumidor venezolano está cambiando y debemos acompañar ese cambio. Queremos ser una marca que no solo alimente, sino que evolucione con la gente”, explicó el empresario.

Networking, alianzas y futuro del sector

Para Mil Pollos, el PAI Summit representó algo más que un evento técnico: fue una plataforma de conexión con aliados estratégicos y nuevas oportunidades comerciales. Albazi destacó que este tipo de espacios fortalecen la cadena productiva al promover el intercambio de conocimientos y la colaboración entre productores, proveedores y representantes del sector público.

“Estas iniciativas nos permiten estrechar lazos, conocer nuevas tecnologías y abrir puertas para alianzas que fortalezcan el sector avícola venezolano. El país necesita más espacios como este, donde las empresas podamos compartir experiencias y proyectarnos hacia nuevos mercados”, añadió.

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